A continuación os muestro un pequeño artículo que escribí cuando estuve en Nepal. Nunca lo he hecho público del todo porqué era algo mío y para los habitantes y las habitantes de la casa Kumary House. Hoy lo comparto para que un país lejano nos parezca más cercano y para que en nuestros corazones se nos despierte el ánimo de colaborar con ellos... esas fotos que ves ya no se podrán repetir jamás... las niñas de la casa duermen en carpa por si acaso... por suerte la casa está en pie. En el próximo post habrá fotos de más sitios del Nepal que hoy en día ya no existen como tales. PURA ENERGÍA Después de tres semanas en Pokhara, Poon Hill, montañas y más montañas, Lumbini y largas carreteras me dejé caer por Kathmandú. El primer y segundo día me impresionó pero el tercer día perdí la ilusión de conciliarme con el humo, los pitidos, la gente por todos lados, los vendedores de todo, los taxis, las bicis con carrito y los guías o exportadores de joyas. Para mi aquello no tenía arreglo. Si no me había acostumbrado ya no me iba a acostumbrar. Era un choque demasiado fuerte. Aquella ciudad era pura energía, demasiada para que yo pudiera canalizarla y procesarla como es debido. Tenía una cita pendiente con un señor, de mi tierra, de Barcelona, pelo blanco y larga barba, fácilmente confundible con Chanquete, Papa Noel y, con un poco de imaginación, con Sean Connery. Me recibió como si nos conociéramos de toda la vida y me sentí ya a gusto des del primer te negro al que me invitó. Nunca he sabido a que fui allí, pero si sé lo que me encontré en Kumary House.
¿Cuanta energía requiere sonreír? ¿Cuanta energía requiere concentrarse? ¿Cuánta energía requiere estar orgullosa de una misma? ¿Cuánta energía requiere bailar? ¿Y cuanta energía requiere posar con ese estilo inmejorable? Amigos, no tengo ni idea de cuanta energía requiere todo eso y mucho más que las princesas dan, dan y dan. Lo que si se es que han heredado de Kathmandú esa pura energía que me molestó al llegar, la han transformado para mi y me la han entregado sin siquiera saberlo ni quererlo. Por eso, las ladronas de corazones tienen algo que es mío, mi corazón, pero si te acercas a mi pecho y pones atención escucharás la pura energía en forma de sonrisas, de bailes, de miradas y carcajadas que allí reside en su lugar.
"I no és maco això?"
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Autor"Els meus ulls són un escàner constant i irremeiable. Quan vull desconnectar he de fer un esforç per no veure el món a través d'un objectiu invisible davant d'ells. Algun tipus de màgia fa que em senti atret per coses que transformo en imatges. Dono les gràcies a aquesta energia cada cop que s'ajusta el diafragma". ArchivesCategories |